La Agenda Semanal

Una selección de propuestas de ocio y cultura en Madrid

18 septiembre, 2009

Primer cuento sorpresa

Urgente era su nombre, Siempre Ocupado sus apellidos, y a él iban pegados como un chicle se pega a la suela de un zapato.

Urgente una mañana se encontró con la prisa, y a pesar de saber que las prisas casi nunca son buenas, no pudo resistirse y se marchó con ella. Al cabo de los días, urgente perdió al tiempo, su mejor compañero. No sabía que éste se marchaba tan rápido como llegaba ella.

Oyó un día un susurro. Un susurro tan bello que tuvo que pararse para entenderlo entero. Era la suave calma la que le reclamaba, y tendiéndole la mano y diciendo despacio:

- Necesito que vengas Urgente. Pero no te acompañes de tu amiga la prisa, ni tampoco me traigas contigo a las urgencias. Olvida tu apellido, cámbialo si hace falta. Urgente- repitió- necesito que vengas, y que vuelvas con tiempo que te echa de menos.

Urgente dudó un rato. ¿Cómo hacerlo sin prisa? ¿Cómo negar la urgencia? ¿Estar desocupado? ¿Olvidar para Siempre?

- Urgente- te lo aviso- si no vienes con calma, puede que sea calma…la que termine yéndose.
(Escrito por Elia)