La Agenda Semanal

Una selección de propuestas de ocio y cultura en Madrid

09 octubre, 2009

La Agenda retrasada (lo siento)

La vida es mucho más pequeña que los sueños.
Rosa Montero



Estimados agenderos,

La vida es mucho más pequeña que los sueños, pero ¿no dicen que el tamaño no importa?...¿no dicen que la vida es sueño?...Sea como sea, disfrutadla.

Y si tenéis algo más que decir, decidlo. Ya sabéis donde.


CINE

Ágora. Comenzó estudiando a los clásicos, diseñando el hidrómetro, mejorando el astrolabio, corrigiendo las teorías de Euclides, dando clases en su propia casa, hablando en público, oponiéndose al patriarcado, interviniendo en la política municipal…hasta que pasó a ser una mujer visible…demasiado visible (Hilario J Rodriguez). Y tanto lo fue que la mataron. ¿Por qué? ¿Cuál fue el motivo que llevó a los hombres “de buena voluntad” a quitarle la vida a Hipatia?

Algunos historiadores abogan por motivos puramente religiosos (ser atea en un tiempo de creyentes no era lo más apropiado para conservar la cabeza), otros sin embargo apuestan por motivos académicos (maestra de filosofía en una escuela neoplatónica regentada por ella y muy concurrida). En lo que todos sin embargo coinciden, es que en esta época, la ausencia de fe y el tener ideas no estaba bien visto en una mujer. Suponía un peligro y por eso había que acabar con ella.

Hipatia no fue la primera ni lamentablemente la última víctima del fanatismo. Vengan de donde vengan (del espíritu o de la razón) las exaltaciones siempre se han llevado y se llevan a alguien por delante. De todas formas no caeré en demagogias diciendo que este acto es más vil porque se trate de una mujer, pero sí que diré que no lo es menos porque no haya sido un hombre el que muriese sino una fémina.

Hipatia, Hypatia…Acostumbraros a este nombre porque os vais a hartar de oírlo. La prueba más fehaciente es ver como han proliferado en los últimos días las biografías, ensayos y novelas que hablan de esta mujer egipcia, hija del matemático Teon, que enseñó públicamente la filosofía de Platón y de Aristóteles en Alejandría.

La culpa de todo esto no la tiene ella (aunque méritos no le faltan) sino él. Él que empezó escribiendo una tesis con la que nunca pensó que llegaría tan lejos y con la que abrió los ojos a los unos y a Los otros. Él, que pensó que este mundo se le quedaba pequeño y por eso tuvo que irse mar a dentro y quizás fuera esa la razón por la que “agora” apuesta por una superproducción digna de Hollywood pero que en realidad es patria. Una superproducción que cuenta con un elenco de estrellas internacionales delante de la cámara y un arsenal de profesionales nacionales detrás de ella.

Ágora, de Alejandro Amenábar se estrena hoy en nuestros cines. ¿Os lo vais a perder?

Por cierto, que dicen los que saben que Hipatia no murió ni tan joven (hay estudios que afirman que murió cerca de los setenta años) ni tan virgen. Lo comento por si alguno me lo reprocha después de acudir a verla y aprovecho además para recordarle que es tan sólo una película y que éstas no siempre tienen porqué ser fieles a la historia.

EXPOSICIONES

El esplendor de Alejandría. Ese vestido nos lo vamos a hacer, ¿verdad mamá?. Yo debía de tener unos diez años, y era la primera vez en mi vida que veía Lo que el Viento se Llevó y a Escarlata O’Hara moviendo aquellos metros de tul blanco con flores verdes. Me maravilló la suavidad con la que se balanceaban los volantes al andar, la elegancia de aquel sombrero de paja y la gracia de su sombrilla. ¿Cómo no iba a quererlo?.- Mamá, por favor, dime que nos lo haremos-. Claro que también quise luego emular a esta sureña arrancando las cortinas, pero eso no le hizo tanta gracia a mi señora madre como lo de hacernos un vestido.

Después de esto le propuse que nos hiciéramos el traje que llevaba Elizabeth Taylor en Ivanhoe, el que lucía Audrey Hepburn en Sabrina, el medieval conjunto de Olivia de Havilland en Robin Hood, y ya casi en la adolescencia quise que nos hiciéramos ese maravilloso diseño color marfil que llevaba Meryl Streep en Memorias de África. En definitiva, que película que veía, vestido que quería (y aún quiero agenderos, aún quiero). Sin embargo, y a pesar de mis súplicas nunca tuve delante de mí ninguno de aquellos preciosos modelitos.

Pero hoy, ¡el fregar se va a acabar!, digo, hoy ¡esto no me va a volver a pasar!. O por lo menos, no me va a pasar cuando vea Ágora. Porque si me gusta alguno de los trapitos que lleve Hipatia, tendré la posibilidad de verlos luego en vivo y en directo.

El museo del Traje (c/Juan de Herrera 2) con su exposición El esplendor de Alejandría nos permite disfrutar de los diseños que la ganadora de un Oscar Gabrilla Pescucci ha realizado para la última película de Amenábar. Me quedo mucho más tranquila. Ya no tendré que decir eso de ¿nos hacemos este vestido?...simplemente iré allí y lo cogeré (señores vigilantes, confío en su magnánima misericordia….)

Por cierto, la moda de hace 1700 años estará sólo hasta el 25 de Octubre, así que no os lo penséis mucho.

FERIAS

XXI Feria de Otoño del Libro Viejo y Antiguo. Agenderos, cuando pensé en escribir sobre este evento, no tenía claro si encuadrarlo en la sección Cultura o en la de Deportes. Sé que más de uno estará alzando una ceja y pensando: ¿con qué me irá a salir ahora esta loca? ¿Deporte una feria de libros? ¡y de libros antiguos además!.

Tranquilidad en el frente, porque mi locura no ha aumentado ni un ápice (o por lo menos no en los temas de agenda), pero tengo que deciros que todo aquel que decida ir a esta feria, participará en una animada y excitante gymkana.

Si no habéis visto el paseo de Recoletos recientemente no sabréis de qué estoy hablando….porque ahora este lugar ¡es la ¡guerra! Y mira que no dudo de que vaya a quedar bonito, ¡qué digo bonito! precioso, grandioso, magnifico….pero mientras, ¡a las barricadas, a las barricadas!

Y ahí, en medio de esta batalla, en medio de las zanjas, los agujeros y las baldosas quitadas, surgen, como arma letal para el olvido, las letras, las palabras…los libros. Y ya puede caer quien caiga, que mientras haya ejemplares pasados o descatalogados, y algún que otro “guerrillero” interesado en comprarlos, habrá casetas.

Tengo debilidad por esta feria, porque es la prueba de que los libros no deben estar en las estanterías acumulando polvo sino que deben ser un objeto vivo, pasando de mano en mano, como la falsa moneda.

Las trincheras estarán abiertas hasta el próximo día 18 de Octubre.


MÚSICA

Pequeña Piltrafas. Se comenta, se dice, se escucha que en Madrid no hay cultura musical, que los locales son bares o salas de concierto, pero que ninguno sabe elegir con acierto esa combinación que supone ir a tomar una cerveza y escuchar un directo.

Se escucha, se comenta, se dice que en Madrid la música se pincha (y con saña), porque nadie se mueve si en lugar de una mesa de mezclas lo que se encuentra es cantando a cualquier melenas. O se baila o se escucha, pero no las dos cosas a la vez.

Se dice, se escucha, se comenta que a veces en Madrid ocurren los milagros, y de pronto, lo que parecía imposible es ahora cierto, una birra en la mano, un amigo a tu lado, y un grupo que canta en directo sobre un improvisado escenario.

Ni es pequeña, ni tampoco una piltrafa. Si queréis comprobarlo, acudid el sábado al Café La Palma (c/ La Palma 62). Siete euros, hay venta anticipada y la hora no es tarde ni tampoco temprana (22.00H)

www.myspace.com/pequeniapiltrafas


OTRAS SECCIONES

Semana de la Arquitectura. Si hay algo que me gusta más que los “días de” o las “noches d” son las “semanas de”. Es el paraíso de las dedicatorias, siete jornadas destinadas a una única causa.

Y yo me pregunto, ¿qué es lo que tiene que tener lo conmemorado para que se le dedique tanto tiempo? ¿Por qué sólo tenemos un día dedicado a la música y sin embargo tenemos una semana entera dedicada al corazón? ¿Por qué el teatro se merece un solitario día en el calendario y en cambio a otras artes se les dedica siete?.

No creo que sea porque a uno se le considere más meritorio que al otro, ni tampoco porque los asistentes semanales necesiten de más de un acto para captar la idea. ¿Entonces?.

Por favor, si alguien conoce la respuesta, la clara diferencia para que unos trabajen de lunes a domingo y otros sin embargo se ganen el respeto sólo con un jornal, que nos lo diga ahora, porque estamos en ascuas.

Mientras encontramos a esa mente maravillosa que resuelva el problema, permitidme contaros que esta semana, es “una semana D” y aunque llegamos tarde, y para nosotros sólo sea ya “un fin de semana d” espero que disfrutéis de lo que aún nos queda.

Agenderos, será porque lo tengo cerca o porque todos los años quiero ir y no puedo, pero el caso es que me encanta la Semana de la Arquitectura (y eso que los horarios no son aptos para aquellos que trabajamos y eso que los grupos son muchas veces tan reducidos que casi casi desaparecen, y eso que no se le da todo el bombo y platillo que se le debería)…pero el poder entrar a esos edificios vetados durante todo el año, qué queréis que os diga…a mí como que me pone (si es que las cosas prohibidas tiran…de todos es sabido).

Este viernes, y si os dais prisa, aun podéis disfrutar de la Torre BBVA en una visita guiada por estudiantes de arquitectura (hasta las 18.00h) y si a eso no llegáis, tal vez queráis volver a la universidad, a la Facultad de Filología (sede principal) que estará abierta hasta las ocho. Y como la tentación dicen que se evita cayendo en ella o con el rezo, agenderos…rezad (pero tenéis poco tiempo, hasta las seis y media) en la Iglesia de Sta Ana y la Esperanza (c/ Cañada 35)

El sábado hay varias rutas guiadas, que si por Carabanchel, que si por las zonas verdes, que si por el barrio de Tetuán, e incluso hay varias excursiones por los pueblos de Madrid. Si no sois de los que os guste andar, tenéis exposiciones, charlas y conferencias sobre la materia.

El domingo se acabó lo que se daba, pero aún podéis andar (pero poco porque está todo en obras) por el Paseo del Prado, y también por los alrededores del barrio de Hortaleza.

Dos sitios para enterarse de todo www.fundacioncoam.es


En fin parexelianos y gentes de otras galaxias, no dejéis que nadie os diga que no estáis en lo cierto si de verdad creeis en ello, ni perdáis la ilusión que tenias de niños, ni dejéis de lado las buenas cosas aunque sean viejas o antiguas, ni tampoco os fiéis de las apariencias, porque a veces para conocer, lo mejor es verlo desde dentro. Y como siempre y por favor, mucho cuidado, que son tres en vez de dos los días de descanso y si me falta alguien a la vuelta, seré yo la que me tire por el puente.