La Agenda Semanal

Una selección de propuestas de ocio y cultura en Madrid

05 febrero, 2009

Lunes, día de la marmota. Viernes, el de la Agenda

Nosotros, que estamos siempre alerta,
marcamos la diferencia,
sin haceros reverencias.

Vivimos, caminamos sin aliados,
amamos como soñamos,
soñamos siempre armados.

Memoria de jóvenes airados,
vive al norte del futuro
y al sur de la esperanza.
(Loquillo, Memoria de jóvenes airados) *
*Para ver el video:airados



Estimados agenderos,


Hagamos historia, que hablen nuestros actos y no nuestras palabras. Es ahora el momento, justo cuando todo parece ir en nuestra contra, cuando debemos dejar de ser esa “joven promesa” y convertirnos en una vieja gloria, porque las viejas glorias agenderos, son las que se recuerdan (puede que por viejas y por eternas).

Y mientras, todo esto.


MÚSICA

Gwilym Simcock Trio. Agenderos, aunque no lo parezca dentro de nada jazz será primavera. Y cuando jazz es primavera, la sangre se altera con los sonidos improvisados de pianos, contrabajos, saxos, clarinetes y baterías que suenan en este festival (eso sin contar con aquellos que les da por cantar a pleno pulmón siguiendo el ritmo).

Si, lo sé, estamos deseosos de alterarnos, pero como ezz invierno (por cierto, que la marmota ha dicho que durará seis semanas más), tendremos que conformarnos con oír sólo a tres instrumentos que vayan abriendo boca mientras llega el deshielo.

Gwilym Simcock Trio es una formación londinense liderada por el piano de Gwilym. A pesar de contar con sólo 25 años, este jovenzuelo (el tal Gwilym) es considerado como un virtuoso, tanto en el ámbito de la música clásica como en el del jazz. De hecho su grupo se ha convertido en uno de los referentes de esta ciudad. Todo el que se precie allí, los ha escuchado.

Como ya sabéis que “a las mujeres no nos gusta esta música”, no entraré en detalles de si son o no son buenos. Pero sí que os daré todos los datos para que sepáis donde podéis disfrutar de este concierto.

Será el sábado 7 a las 23.00 h en el Círculo de Bellas Artes, en la sala de las Columnas. La entrada cuesta 15 euros.

SECCIÓN LIBROS

No esperaba ser yo quien escribiera en esta sección porque hace tiempo que les cedí el espacio a dos colaboradores. Yo entiendo su pereza, la fama cuesta y escribir semanalmente unas líneas no siempre resulta fácil ni apetece. Por eso, estaba decidida a tener paciencia y dejar que fueran ellos y no yo los que volvieran a traernos los libros a la agenda.

Como decía, no tenía intención de abrir yo este libro antes que ellos, pero a veces de pronto ocurre algo que me obliga a cambiar de ideas y asumir el “donde dije digo ahora diego”.

Y eso es lo que ha ocurrido. Agenderos: ¡un libro pródigo ha vuelto a mi estanteria!. Ha vuelto después de dieciocho años. No sé por cuantas manos habrá pasado, ni qué vida habrá llevado por ahí durmiendo en dios sabe qué balda, pero no me importa. “La mujer habitada” de Gioconda Belli ha vuelto a casa, y eso es motivo suficiente para celebrarlo y haceros partícipes de la fiesta.

La Mujer Habitada. Descubrí a Gioconda con este libro. Y resulta curioso descubrir a esta autora con una novela, porque ella sobretodo escribe poesía. El caso es que hace poco, antes de que este libro pródigo volviera a casa, me leí otra novela de Gioconda. Lo que son las cosas, me lo dejaron las mismas manos que me devolvieron “La mujer habitada”. Y leyendo esta historia, entendí la primera. Entendí que Gioconda Belli, escriba lo que escriba, lo vuelve poesía.

Yo ya no recuerdo bien a la mujer que habita en dos historias, yo ya no recuerdo los detalles de la historia ambientada en el pasado ni tampoco la otra que nos sitúa en el presente. Por esos volveré a leerme “La mujer habitada”, redescubriré a esta autora, porque ahora sé que ella es una poetisa que a veces alarga tanto los versos que los convierte en prosa.

Y aunque mi libro pródigo ha vuelto a casa, que sepáis que no tengo problemas en dejarle de nuevo marchar.


TEATRO

Mi Primera vez (si me cuentas la tuya, te cuento la mía). Decía un conocido que la primera vez no siempre es la mejor, pero sin duda es la que no se olvida. Y no puedo quitarle razón, porque 40.000 señores y señoras han contado “su primera vez” en una web (que digo yo, que cómo es la gente, que se dedica a contar historias personales e íntimas en el ciberespacio en vez de contárselo a los amigos…).

Las hay para todos los gustos: graciosas, románticas, rápidas, grotescas… Cada una distinta pero todas con un denominador común: ser la primera.

Lo que empezó como un lamento (los creadores de la web preguntaban “al mundo” si su experiencia había sido tan patética (cita literal) como la suya) terminó con un grito de júbilo, cuando un avispado de Broadway compró los derechos de la página y la convirtió en un espectáculo teatral.

Alguno se preguntará: pero ¿a quién le puede interesar saber cómo fue la primera experiencia sexual de un desconocido?. Pues increíblemente…a muchos (quizás a los mismos a los que les interesa saber con quién se acuesta y se levanta el famoso de turno), porque la obra, estrenada hace casi dos años en New York, se representa actualmente por medio mundo.

Con una puesta en escena más teatral que la versión original y con un 20% de historias patrias recopiladas de la web española http://www.cuentametuprimeravez.com/ llega al teatro Maravillas (C/ Manuela Malasaña, 6) Mi Primera Vez.

Y digo yo, que lo malo es que una vez superadas las tensiones de “la primera vez”, te encuentras de nuevo inmerso en la no menos tensión de conseguir que no sea “la última”.

CINE

Dieta Mediterránea. Desde hace tiempo proliferan las películas en donde la cocina es considerada como un personaje más. “Deliciosa Marta”, “Como agua para el chocolate”, “El banquete de boda”, “Chocolat” o nuestra patria “Fuera de Carta” son algunas de ellas. Historias donde el cocinar se convierte en un arte con el que se despiertan las mayores pasiones.

Dejando a un lado la leyenda urbana de que algunos alimentos tienen poderes afrodisíacos y las fantasías de aquellos que dicen llevar sólo un mandil cuando encienden los fogones, lo cierto es que a veces, el proceso de convertir los alimentos en un delicioso plato tiene una pizca de erotismo, un puñadito de sensualidad, un chorrito de imaginación, y según lo vaya pidiendo, un mucho de pasión.

“Eres lo que comes” dicen los expertos, y yo digo, vale, pero también “lo que cocinas”. Y lo que cocinas y sobre todo cómo lo cocinas dice mucho de cada uno. Quizás por eso nuestra dieta, la mediterránea, cuenta tanto de nosotros. Dice que somos muchos y variados, dice que somos coloridos y pasionales, que nos gustan los sabores intensos, pero que no por ello despreciamos a los que son más ligeros. Dice que somos suaves como el aceite pero tan exquisitos como la oliva y que al pan pan…y al vino vino. Lo que está bueno está bueno…y lo que no ya nos lo comeremos cuando haya hambre.

Sin embargo, está en nuestro carácter dudar de todo aquello que nos ha dado “nombre”, reconocimiento y éxito y por eso no es de extrañar, que a esta nuestra dieta, la abandonemos cada día más por otras, que ni de lejos, se aproximan a ella.

Por eso agenderos, para demostrar que “nacimos en el mediterráno” volvamos a la dieta que nos vio y nos hizo (a unos más que a otros) crecer, y también “volvamos al cine” de la mano de esta película.

Uno de mis guionistas y directores preferidos Joaquín Oristrell, que me regaló perlas como Sin Vergüenza o Inconscientes, dirige esta cocina, donde el comer no es el único placer.

Olivia Molina, Paco León y Alfonso Bassave son los ingredientes de la receta que se estrena hoy viernes. Rico, rico.

El curioso caso de Benjamin Button. Decía mi abuela que envejecer era triste. Ver como cada día es un día menos, como lo que antes era firme ahora cuelga, observar como tu cutis fino como la porcelana se agrieta, como olvidas las cosas….¿ sigo?.

Yo en principio agradezco a la vida el haberme hecho fea, bueno, no exactamente fea, digamos más bien, que la vida lo que no me ha hecho ha sido bella (mejor así ¿no?). Y digo ahora que lo agradezco porque es evidente que el paso de los años no mejorará mi apariencia pero tampoco hará mella en un cuerpo que nunca fue de diez sino de cinco. Lo curioso del caso (no el de Benjamín sino el mío) es que según pasan los años son más de cinco que de diez los cuerpos que me rodean.

Yo no soy una ilusa. Se que la decrepitud me llegará algún día, por mucho que me empeñe, por mucho que me gaste en potingues y en cremas, lo cierto es que lo quiera o no, mis células están condenadas a morir desde el mismo momento en que nacieron.

Entiendo que por eso, el ser conscientes de que envejecemos empieza en la treintena. ¿Por qué? Porque es en ese momento donde te encuentras “arriba”. Atrás quedó la juventud, que sin duda era bella pero también pobre, inexperta, y sobre todo pasajera. Por delante se encuentra la madurez y eso que llama tercera edad, que sin duda es serena y dorada, pero también limitante, y sobre todo eterna.

Por eso, creo yo que no importa si los años se suman o como en el caso de Benjamín se restan. Lo que importa es ese momento en que sabes que todo lo que tienes no puede ir a más…sino a menos. Yo hoy tengo 35 años y estoy contenta. Contenta como estoy. Por eso reconozco, que me hace la misma ilusión saber que diez años más inclinaran la balanza lo mismo que si fueran diez años menos. En una o en otra dirección, el final es el mismo.

El curioso caso de Benjamín Button se estrena hoy viernes. Nominada a trece Oscar que incluyen el de mejor película, mejor director y mejor actor. Por cierto que Brad Pritt ha dicho que no le preocupa envejecer, pero si morirse. No si al final me va a terminar cayendo bien este chico.

Anda, dadme gusto e ir a verla en V.O.

EXPOSICIONES

La Copla en la Biblioteca Nacional. De mi madre recuerdo muchas cosas. Pero hay una cosa que recuerdo por encima de todas. La recuerdo cantando, y aunque no podría deciros si lo hacía con mucho o poco arte, si se sabía o no la letra, lo que si os aseguro es que lo que cantaba eran coplas.

El vino en un barco, de nombre argentino… la hija de don Juan Alba dicen que quiere meterse a monja…La lirio dicen que tiene dicen que tiene la lirio la carita de martirio… A tu vera, siempre a la verita tuya…Maria de la O, que desgraciadita tu eres gitana teniéndolo tò….porque no llevo un anillo, con una fecha por dentro….ay ay ay no te mires en el río….que tiene la zarzamora que a todas horas llora que llora por los rincones

No es que a mí la copla me volviera loca, es más, casi ni la escuchaba, pero nunca la eché tanto de menos, como aquel primer día, que al entrar por la puerta no escuché ni el barco, ni la monja, ni la cara de martirio ni ná de ná. Quizás por eso, y durante un tiempo sonó radiolé. Pero no era lo mismo.

Para mí, la copla es mucho más que una canción, es mucho más que una historia de pasiones con principio, nudo y desenlace y es mucho más que un género. La copla es mi infancia. Y por eso me alegro cuando se reivindica, no como una “españolada” sino como la música que marcó una época y que a pesar del tiempo sigue siendo actual.

Por eso no dudéis de que a esta exposición acudiré sin falta, una exposición “que recorre la historia del género y reivindica su papel como patrimonio cultural español”. Partituras, vinilos, películas, libros y carteles se exhiben en esta muestra. Dividida en varias secciones que van desde los comienzos hasta la nuestros días. Las coplas se cantarán en la Biblioteca Nacional (sala Hipóstila) hasta el próximo día 12 de abril.

No sé cuales serán vuestros motivos para ir, pero el mío está claro: se me están olvidando las canciones y quiero recordarlas.


En fin parexelianos y gentes de otras galaxias, como en el juego de la oca, de ola (polar) en ola, y tiro porque me toca, desafiad al frío y salir a la calle (ey, que también podéis divertiros en casa….que para eso he recomendado un libro), porque lo que de verdad toca este fin de semana es divertirse. Anuncio que próximamente tocará celebrar nuestro cumpleaños, que será dentro de quince días (parece que fue ayer, pero son ya tres los años de vida de esta agenda) y que se aceptan ideas para festejarlo. Y como siempre y por favor, mucho cuidado, que no quiero estar airada el lunes porque alguien me falte.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Ya que te pones así, habrá que escribir otra crónica de libros...
¡Ánimo, Bárbara! :-)

2/06/2009 8:24 p. m.  

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