La Agenda Semanal

Una selección de propuestas de ocio y cultura en Madrid

18 febrero, 2010

La Agenda Loca

El mal de amores es como marearse en un barco:
todos se ríen de ti, pero tú te sientes morir.
(Alejandro Gándara)



Estimados Agenderos,

Disculpadme por llegar con resaca de San Valentín, por empezar el viernes hablando de pasiones tan locas que incluso la razón cae rendida a sus pies. Disculpadme por seguir erre que erre hablando del amor y de sus características en la siguiente sección (aunque sea entre risas).

Por eso, espero que compense la fiesta que os anuncio unas líneas después, en la que incluso he colgado unos farolillos de colores para vuestro interés. Y por si esto fuera poco o por si no supierais qué hacer después de tantos besos, abrazos y festejos, un paseo por una vía grande es el mejor consejo.

Para los mareados que quieran decir algo, hay todo un mar abierto en nuestro blog.


CINE

Amores locos. Si alguien se presentara ante vosotros diciendo que os amó locamente hace cuatro siglos…¿qué haríais?. ¿Preguntaríais si es lo último para intentar ligar?. ¿Huiríais? ¿Os reiríais?. ¿Pensaríais si cierto eso que decía Luis Cernuda en un poema de que "no es el amor quien muere, somos nosotros"?....Qui lo sa.

Si creyeseis en la reencarnación, puede que os lanzarais a sus brazos loco/a de felicidad por este reencuentro inesperado o puede también que echarais a correr en dirección opuesta (si ya es difícil volver a ver a los amores pasados de "esta vida", no te quiero ni contar lo que debe de ser ver a los de "las otras"). Por eso, lo más probable es que experimentarais alegría o rencor por esta vuelta sin previo aviso, pero lo que no creo que sintierais es miedo (recordad que estáis convencidos de que las almas viajan de siglo en siglo).

Si fuerais unos desalmados (entendiendo por desalmado que no creéis que tengamos un ente etéreo e inmortal ahí dentro de nosotros y que por lo tanto no puede hacer de okupa en ningún cuerpo) la primera reacción sería salir por patas…porque ¡menudo chiflad@! que nos ha caído en gracia (salvo si fuerais de profesión psiquiatra/psicólogo, en cuyo caso y puesto que el trabajo ha llamado a vuestra puerta, estarías encantados de abrirle).

Por supuesto, nadie se presenta con semejante historia sin pruebas, porque claro, decir que tú y yo vivíamos en el siglo XVII y que nos amábamos locamente, y que blablabla está al alcance de cualquiera que tenga media neurona de imaginación, pero lo que ya no es tan sencillo es que alguien se crea este cuento. Y para eso, además de mucha labia, es necesario llevar bajo el brazo toda una batería de pruebas "reales" que demuestren que lo que estamos diciendo es cierto. Pruebas como ….no sé…¿un cuadro de la época flamenca en el que los retratados tienen un asombro parecido con vosotros?.

Ese es el primer paso para sembrar la duda, la primera piedra en el camino…porque a partir de ahí, todo depende de nuestra fuerza para convencer de que somos quien decimos ser, pero también depende de la debilidad del contrario para creer lo imposible.

En esta película, ella es una cuidadora del museo del Prado (Irene Visedo) convencida de su pasado histórico y él un prestigioso psiquiatra (Eduard Fernández) con ganas de trabajar. La Locura se enfrenta a la razón.. ¿Quién ganará?.

No os lo puedo decir. Lo que sí que puedo deciros es que esta película ganó la Biznaga de Plata Premio Especial Jurado Joven en el pasado festival de cine de Málaga. Por cierto, que estos amores son patrios, así que no tardéis mucho en ir a verlos u os los quitarán.


TEATRO

Te quiero, eres perfecto…ya te cambiaré. Agenderos, si algo hay que tener claro a la hora de las relaciones, es que pasada la primera cita (y quien dice primera cita, dice el primer mes, año…) la realidad se impone y las imperfecciones también. Así que por mucho que te empeñes, tu pareja no pensará lo que piensas tú que tiene que pensar (que parece enrevesado, y lo es, pero más enrevesado es creer que él/ella es un clon de nuestro cerebro, o lo que es peor…un robot al que podamos manejar a nuestro antojo). Aceptar que somos cabezas independientes que de vez en cuando sinaptan, puede ser uno de los secretos para lograr una relación duradera.

Además, hay que saber que tu pareja nunca hará las cosas “exactamente” igual que tú las haces, porque para que las cosas se hagan como TÚ las harías, es preciso que lo/a eches de la cocina, baño, coche….etc… y que te pongas TÚ manos a la obra (permitidme recordarles a los varones que nosotras NUNCA cocinaremos como su madre, lo sabemos…y no hace falta que nos lo recuerden cada vez que hacemos albóndigas, croquetas o tortilla de patatas…Permitidme también las féminas recordarlas que él no hace las cosas MAL, sino distintas a nosotras). Aceptar que cada maestrillo tiene su librillo, puede ser otro de los secretos para garantizar la paz en el hogar.

Y por supuesto, y esto es lo más doloroso, hay que ser consciente de que la pareja no cambiará sólo porque nosotros lo queramos así y sólo en aquello que nosotros queremos que cambie (como mucho se lograremos darle un pulido) ni dejará de ser lo que es, entre otras cosas, porque eso que ES fue lo que nos enamoró y nos hizo encontrarlo perfecto/a. Aceptar que este “lego” ya está montado y que sólo podemos mover algunas piezas de arriba si no queremos que se rompa es sin duda el secreto de saber querer.

En definitiva agenderos, que el quiz de la cuestion tal vez sea encontrar perfecta la imperfección …y dejar a cada uno tranquilito como está.

Pero si no os queda claro como el agua, puede que lo que necesitéis es acudir al teatro y allí a golpe de canción y risas os den un repaso a todo esto que son las relaciones: citas, noviazgos, desamores, bodas, hijos, separaciones y reencuentros..

Será en el teatro Alfil (C/Pez 11) y yo por la cuenta que me trae…iré a verla. Sólo hasta el 21 de Marzo.

OTRAS SECCIONES

Descubre Madrid. Cien años de la Gran Vía. Y llevas ahí casi toda la vida, que decía Antonio Flores. Pues casi toda la vida no, pero ya os anuncio que un siglo si que lleva puesta esta calle madrileña.

Parece que fue ayer, pero han pasado cien años desde que un Alfonso XIII diera el piquetazo de salida a esta gran obra urbana que pretendía unir el centro de Madrid con los nuevos barrios del ensanche. En aquellos tiempos Chamberí, Arguelles y Salamanca eran lo que hoy en día es Sanchinarro o las Tablas.

Las construcción de esta vía llevó casi 20 años (señor Alcalde, que puede estar usted tranquilo porque como verá, en Madrid estamos acostumbrados a que las obras duren mucho más de lo que dura su obra de la ribera del Manzanares o de la calle Serrano…) y se hizo en tres tramos. El primero entre Alcalá y Montera, el segundo de Montera a Callao y el tercero desde la Plz de Callao a la Plz de España. Fue una obra pionera y moderna y desde entonces, este kilómetro y medio (metro arriba, metro abajo) se ha convertido en uno de los emblemas de nuestra ciudad, englobando algunos de los edificios más conocidos y admirados de Madrid. Aquí se encuentra el Edificio Metrópolis, o el edificio de Telefónica (que en su época fue el rascacielos más alto de Europa) o el edificio Coliseum.

La Gran Vía ha sido el escenario por el que ha transcurrido la vida de la capital y sigue siendo hoy en día una de las calles más transitadas de esta nuestra ciudad.

Por eso, si queréis saber más de ella, tenéis ahora un oportunidad de oro porque todos los domingos a las doce, y desde la Iglesia de San José (Alcalá 43) se organizan salidas con el fin de divulgar su historia y sus transformaciones. Hay que inscribirse previamente en el Centro de Turismo de Madrid (Plaza Mayor 24; tel 91 588 29 06 / 91 588 16 36). El precio es de 3.90 euros.

Por cierto, ya lo contaremos cuando llegue el momento, pero para que os vaya sonando, os digo que con motivo de estos cien años, durante los meses de abril y mayo el cine Callao ofrecerá gratuitamente clásicos como Casablanca o Lo que el viento se llevó entre otros. Habrá más fiestas además de esta de cine, pero no anticipemos acontecimientos ¿vale?.

No os perdáis esta visita porque merece la pena.


Celebración del Año Nuevo Chino. Dicen que China será dentro de nada la primera potencia mundial, que el futuro económico está en ese país asiático (no sé si el futuro económico estará allí, pero lo cierto es que mi barrio está plagado de negocios suyos), que dentro de poco todo será Made In China.

Por eso si no puedes con ellos ¡únete!, y no hay mejor forma de hacerlo que aprendiendo su idioma, sus hábitos y sus costumbres.

Lo del idioma si me permitís lo dejamos para otra ocasión (que bastante tengo yo ya con el inglés como para empezar ahora con este), y nos saltamos también los hábitos porque sé que los rollitos de primavera y el pollo agridulce lo tenéis dominado, para centrarnos de lleno en sus costumbres y tradiciones.

Así que para empezar a tomar contacto con su cultura, nos vamos a la puerta del Sol y con doce uvas recibimos a este nuevo año que empieza.

Bueno, realmente la celebración empezó el sábado pasado y ni uvas ni campanadas sino desfiles y fiestas para anunciar que según el calendario chino acabamos de empezar el año del Tigre, un año de fuerza y poder (atrás nos quedamos los búfalos, pacientes y pacíficos).

Estos chinos si que saben celebrar el año nuevo, porque a diferencia de nosotros que organizamos una fiestecilla que como mucho dura hasta el chocolate, ellos se pasan quince días dando la bienvenida al animalejo de turno que toque.

El pasado 14 de febrero comenzó el sarao y terminará el próximo día 27 de febrero con la fiesta de los faroles (esta fiesta coincide con la primera noche de luna llena del año y de acuerdo a su tradición se colocan faroles de colores).

Para que podamos sentirnos como un chino más, el museo nacional de Antropología (c/ Alfonso XII, 68) ha organizado este festival en el que habrá música, juegos de acertijos y degustación de dulces. El farol se enciende a las 7 de la tarde y se apaga a las 23h. Por cierto que se necesita reservar previamente a la siguiente dirección de email reservas.mna@mcu.es (un máximo de 4 personas por reserva).

Será el día 27 de febrero y sí, sé que este evento no es para este finde sino para el siguiente pero, no quiero que nadie se quede sin ir por falta de tiempo y segundo, la próxima semana la agenda está de cumple y puede que no haya eventos sino regalos, felicitaciones o simplemente agradecimientos.


En fin parexelianos y gentes de otras galaxias, cuando llegue el domingo sólo quedará un mes para que la primavera entre. Vendrá entonces el tiempo de tumbarnos al sol, de dar paseos largos por el parque, de terrazas de tarde, de alergias, del ventolin a mano….pero eso será dentro de un mes. Mientras tanto, disfrutad de los espacios cerrados de un cine, un teatro y un museo. Y si necesitáis aire…un kilómetro y medio de calle para tomar oxígeno. Y como siempre, y por favor, mucho cuidado, que cumplo cuatro años la próxima semana y no quiero que nadie, nadie se lo pierda.